Por todos lados nos tiran a diario misiles teledirigidos de incertidumbre, sin embargo, podemos encontrar en los libros trincheras indestructibles, y hacer poesía es plantarnos y dar la cara, siempre con la palabra. Compartir la palabra nos enfrenta al miedo que genera la velocidad del mundo, nos interpela y nos hace pensar, es una forma de hacernos cargo de lo intangible: lo que nos construye y nos desarma.
Este poemario, escrito entre 2015 y 2019, está hecho para abrazarnos encima, para querernos mejor, para dudar, para interpelarnos la inmensidad que nos rodea. Nunca vamos a saber cuánto sirve la poesía, pero… ¿qué significa servir?"
