Maritza Gueler (textos)
Teté Cirigliano (ilustraciones)
68 p.
21 x 15 cm
"Lo primero que hizo Morronga, cuando llegó al país de W, fue desplegar su tinglado, armar su etablo y comenzar a contar historias fantásticas con sus títeres. Pero vivir en la costa del oeste lo ponéa triste, tan triste que un día se le cayeron res lágrimas, y otras tres más, hasta que se formó un río caudaloso que la arrastró con sus muñecos y su carromato." Así comienza este relato que te hará a veces sufrir y otras disfrutar de las peripecias de una hermosa gata blanca de grandes ojos verdes, que trabaja de titiritera en un país desconocido.