Encuadernación: Tapa blanda
Paginas: 200
Editorial: MALISIA
Hay una Tania de bronce, cuya gesta como única mujer en la guerrilla del Che es bastante conocida. Tanto como aquella leyenda boliviana que asegura que cuando hay niebla, sale del río con una gran cesta de flores y frutas. Pero antes, hubo una niña criada en el Saavedra de finales de los años 30 que gritó de espanto la primera vez que vio un Sagrado Corazón chorreando sangre y porfió para conocer el zoológico, hija de esos inmigrantes alemanes que lloraban a la patria humanista y culta que los nazis habían roto en mil pedazos. Y hubo también una joven, hermosa y despierta, que, en tiempos de machismo leninismo, ardía en deseos de dejar atrás su rol de informante y convertirse en una combatiente más, mientras enfrentaba los tembladerales de cualquier chica de su edad.