| 1 cuota de $40.600 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $40.600 |
| 2 cuotas de $24.256,47 | Total $48.512,94 | |
| 3 cuotas de $16.842,23 | Total $50.526,70 | |
| 6 cuotas de $9.602,58 | Total $57.615,46 | |
| 9 cuotas de $7.141,09 | Total $64.269,80 | |
| 12 cuotas de $6.008,80 | Total $72.105,60 |
| 1 cuota de $40.600 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $40.600 |
| 3 cuotas de $14.599,76 | Total $43.799,28 | |
| 6 cuotas de $7.854,75 | Total $47.128,48 | |
| 9 cuotas de $5.632,12 | Total $50.689,10 | |
| 12 cuotas de $4.541,11 | Total $54.493,32 | |
| 18 cuotas de $5.332,13 | Total $95.978,40 |
| 6 cuotas de $9.217,55 | Total $55.305,32 | |
| 12 cuotas de $6.127,22 | Total $73.526,60 |
| 1 cuota de $40.600 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $40.600 |
| 3 cuotas de $13.533,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $40.600 |
| 3 cuotas de $15.004,41 | Total $45.013,22 |
| 3 cuotas de $15.944,97 | Total $47.834,92 | |
| 6 cuotas de $8.998,99 | Total $53.993,94 |
| 6 cuotas de $8.283,08 | Total $49.698,46 |
| 9 cuotas de $6.949,82 | Total $62.548,36 | |
| 12 cuotas de $5.868,73 | Total $70.424,76 |
| 9 cuotas de $8.350,97 | Total $75.158,72 | |
| 12 cuotas de $7.527,58 | Total $90.330,94 |
Deleuze presenta este curso sobre bergsonismo y cine, editado aquí por primera vez en castellano, como un «riesgo» que ha tomado. ¿Cuál es el riesgo? Deleuze teme que la exploración de un terreno tan ajeno a la filosofía lo lleve a un mero ejercicio de aplicación de conceptos.
¿Por qué valdrá la pena este “riesgo”? No se cansa de repetirlo: la tarea del filósofo es inventar conceptos. Más que un estudio sobre el cine, lo que se encontrará aquí es entonces un experimento del pensamiento a través del cine. Y como en ningún otro curso, se verá el esfuerzo y la diversidad de operaciones, de decisiones tácticas locales tomadas en el momento justo, que son necesarias para que avance eso que Deleuze llama «invención».
¿Cómo escapar a un comentario acerca del cine en sus propios términos o en los de la crítica? Asentándose en el mundo bergsoniano de las imágenes iguales a la materia. ¿Y si eso se detiene, si se corriera el riesgo de que la filosofía asfixie al cine? Avanzar con Pasolini, con Vertov, con el expresionismo alemán, con Griffith y con Eisenstein. ¿Y cuando se palpe ya el borde de un nuevo abismo? Se volverá a la filosofía, aparecerá Peirce para dar el gran salto, Maine de Biran, Descartes. Y cuando haga falta, se recurrirá también a la novela, a John Dos Passos, a Robbe-Grillet.
¿Qué gana el cine con todo esto? Un enorme espesor dramático-filosófico que redefine sus problemas técnicos –montaje, campo/contracampo, profundidad de campo, la actuación–, sus géneros –el drama, el western, el policial, el burlesco, el terror–, sus corrientes –expresionismo, naturalismo, realismo, neorrealismo, nouvelle vague, experimental– y sus directores, en tanto problemas de la expresión y el pensamiento.
¿Qué gana la filosofía? Una invención de conceptos para explorar el pensamiento de lo que constituye la “visión” de Deleuze: un universo no-humano hecho de interacciones universales y centros de indeterminación, de percepciones moleculares, de pulsiones y objetos, degradaciones, de duelos de fuerzas, de organizaciones o desconexiones sensoriales y motrices, de memoria, de tiempo.
