| 1 cuota de $25.700 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $25.700 |
| 2 cuotas de $15.354,47 | Total $30.708,93 | |
| 3 cuotas de $10.661,22 | Total $31.983,65 | |
| 6 cuotas de $6.078,48 | Total $36.470,87 | |
| 9 cuotas de $4.520,34 | Total $40.683,10 | |
| 12 cuotas de $3.803,60 | Total $45.643,20 |
| 1 cuota de $25.700 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $25.700 |
| 3 cuotas de $9.241,72 | Total $27.725,16 | |
| 6 cuotas de $4.972,09 | Total $29.832,56 | |
| 9 cuotas de $3.565,16 | Total $32.086,45 | |
| 12 cuotas de $2.874,55 | Total $34.494,54 | |
| 18 cuotas de $3.375,27 | Total $60.754,80 |
| 6 cuotas de $5.834,76 | Total $35.008,54 | |
| 12 cuotas de $3.878,56 | Total $46.542,70 |
| 1 cuota de $25.700 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $25.700 |
| 3 cuotas de $9.497,86 | Total $28.493,59 | |
| 6 cuotas de $5.243,23 | Total $31.459,37 |
| 3 cuotas de $10.093,25 | Total $30.279,74 | |
| 6 cuotas de $5.696,41 | Total $34.178,43 |
| 9 cuotas de $4.399,27 | Total $39.593,42 | |
| 12 cuotas de $3.714,94 | Total $44.579,22 |
| 9 cuotas de $5.286,20 | Total $47.575,84 | |
| 12 cuotas de $4.764,99 | Total $57.179,93 |
Ana Ojeda bucea en las profundidades de la escritura y desemboca en las orillas con una novela que se detiene en la generosidad de los vínculos y en la que el lunfardo, el calabrés y el lenguaje inclusivo conviven en barroca comunidad: en su exuberancia, pero también en su particularidad, Vikinga Bonsái confirma que el lenguaje está vivo y se construye entre todes.
Ana Ojeda bucea en las profundidades de la escritura y desemboca en las orillas con una novela que se detiene en la generosidad de los vínculos y en la que el lunfardo, el calabrés y el lenguaje inclusivo conviven en barroca comunidad: en su exuberancia, pero también en su particularidad, Vikinga Bonsái confirma que el lenguaje está vivo y se construye entre todes.
Vikinga Bonsái vive con Maridito, que está de viaje en la selva paraguaya y con quien tiene un hijo adolescente: Pequeña Montaña. El recorrido de sus días está trazado por una bicicleta que no conoce más itinerario que Boedo-San Cristóbal-Boedo, llevándola de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, previa parada en el chino para aprovisionarse según dicta un menú que siempre sabe a poco y entonces, por fin, a la cama. Hasta que una mañana la pantalla del celular se ilumina y en el grupo Apocalipsicadas aparece una invitación difícil de rechazar: cena con amigas. A partir de ahí la novela avanza a paso feroz entre situaciones desesperadas o disparatadas.
