1 cuota de $19.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $19.000 |
3 cuotas de $6.832,40 | Total $20.497,20 | |
6 cuotas de $3.675,87 | Total $22.055,20 | |
9 cuotas de $2.635,72 | Total $23.721,50 | |
12 cuotas de $2.125,15 | Total $25.501,80 | |
18 cuotas de $2.495,33 | Total $44.916 |
6 cuotas de $4.313,63 | Total $25.881,80 | |
12 cuotas de $2.867,42 | Total $34.409 |
1 cuota de $19.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $19.000 |
2 cuotas de $10.969,65 | Total $21.939,30 | |
3 cuotas de $7.480,30 | Total $22.440,90 | |
6 cuotas de $4.078,98 | Total $24.473,90 | |
9 cuotas de $2.946,90 | Total $26.522,10 | |
12 cuotas de $2.388,14 | Total $28.657,70 |
1 cuota de $19.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $19.000 |
3 cuotas de $6.333,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $19.000 |
6 cuotas de $3.166,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $19.000 |
3 cuotas de $6.776,67 | Total $20.330 | |
6 cuotas de $3.617,92 | Total $21.707,50 |
3 cuotas de $6.831,77 | Total $20.495,30 | |
6 cuotas de $3.675,87 | Total $22.055,20 | |
3 cuotas de $7.737,43 | Total $23.212,30 | |
6 cuotas de $4.462,47 | Total $26.774,80 | |
9 cuotas de $3.586,57 | Total $32.279,10 | |
12 cuotas de $3.142,13 | Total $37.705,50 |
3 cuotas de $7.569,60 | Total $22.708,80 | |
6 cuotas de $4.315,53 | Total $25.893,20 |
9 cuotas de $3.314,23 | Total $29.828,10 | |
12 cuotas de $2.866,78 | Total $34.401,40 |
“La biología no es destino” es una famosa expresión de la segunda ola feminista que pone en primer plano el rechazo a las explicaciones biologicistas y la insistencia en el carácter social de la desigualdad de género. Este lema fue invocado también para afirmar que la teoría feminista ha sido recelosa de la biología entendida como vida y como disciplina que estudia esa vida.
En este libro nos hacemos eco del lema feminista pero no como un modo de alejarnos de las ciencias naturales sino como una invitación a explorar figuras que muestren el carácter contingente y dinámico del cuerpo y la materia.
Ahora bien, si la biología no es destino, creemos que tampoco el discurso lo es. De nada sirve multiplicar las imágenes de lo natural si vamos a seguir pensando que el discurso es solo lo que fija o detiene. Es por esto que entendemos a las ciencias como conocimientos situados: posiciones en debate que se hacen responsables de justificar sus afirmaciones.
Revalorizar las ciencias naturales no implicaría caer en posturas cientificistas como las que defienden los movimientos anti-género o los feminismos transexcluyentes. Tampoco, desentendernos del vínculo entre ciencia, discurso y poder. Proponemos dejar atrás el pensamiento maniqueo y echar un manto de duda sobre cualquier destino, ya sea natural o social.