$17.000

18 cuotas de $2.232,67
Ver medios de pago
Descripción

Tanto si habla de la envidia, la venganza, la rivalidad, la lujuria, la derrota, la renuncia, estos poemas resultan una poderosa operación de transposición, un acto reflejo, un montaje alterno al estilo paralelismo cinematográfico. Interrumpidas es un ensamblaje poético entre diversas voces reales y ficticias internalizadas a la voz del poeta. Desde Thelma and Louis, Los Ángeles de Charlie, Tom Ryder, Resident Evil, El diablo viste a la moda, Rubí, Hig scholl musical, Bety la fea, Kill Bill, pero también Diana Spencer, Amy Winehouse, Janis Joplin o el clásico Maybe this Time de Cabaret, el recorrido es una especie de Saṃsāra, un fluir a través de diferentes escenas ficcionales o verídicas,  yuxtapuestos al rodaje confesional, al plano particular del autor. Duele la vida hermana, actuando como si todo, perfectamente todo, estuviera bien. El agua, Madre apenas me reconoce como un lirio como un copo de nieve que cae hasta morir. 

En el poema basado en El cisne negro se evidencia esta duplicidad, donde conviven y se filtran la puesta holliwodense excéntrica y la vida lisa, llana azarosa y hasta por momentos cruel .Lo icónico y lo marginal, lo transitorio y lo perenne, vengadores y vengados, bellezas y armaduras, el elevado estandar y lo que brilla en llamas. Se evidencia en los textos de Interrumpidas más que un diálogo o una extensión del autor con los protagonistas, una identificación, un empoderamiento, un acentuarse imperioso e identitario en la luz y la sombra de cada personaje, en su vanidad o en su llaga.

En el poema Vanessa Bertrand: bailo hasta que mi mente se oscurece bailo hasta dejar de sentir bailo hasta dormirme, reventar, parecería revelarse un poco la forma de concebir estos poemas si cambiaramos bailo por escribo.

En Interrumpidas algo llora, patalea, se resiste, se deja llevar, se entierra o jura revancha, arde o se celebra. Se trata de brillar entre las llamas antes que todo se detenga o se congele.

Una escritura enajenada, llena de incendios, por momentos furia y saltos al vacío donde todo tiene un precio, cuentas pendientes. En cada texto algo es vencido, queda revolviéndose, tamborileando como un mantra, y este será el hilo que tomará el lector, porque tengo la sensación que al final de cada poema está su timón.

Laura García del Castaño