1 cuota de $15.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $15.000 |
3 cuotas de $5.394 | Total $16.182 | |
6 cuotas de $2.902 | Total $17.412 | |
9 cuotas de $2.080,83 | Total $18.727,50 | |
12 cuotas de $1.677,75 | Total $20.133 | |
18 cuotas de $1.970 | Total $35.460 |
6 cuotas de $3.405,50 | Total $20.433 | |
12 cuotas de $2.263,75 | Total $27.165 |
1 cuota de $15.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $15.000 |
2 cuotas de $8.660,25 | Total $17.320,50 | |
3 cuotas de $5.905,50 | Total $17.716,50 | |
6 cuotas de $3.220,25 | Total $19.321,50 | |
9 cuotas de $2.326,50 | Total $20.938,50 | |
12 cuotas de $1.885,38 | Total $22.624,50 |
1 cuota de $15.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $15.000 |
3 cuotas de $5.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $15.000 |
6 cuotas de $2.500 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $15.000 |
3 cuotas de $5.350 | Total $16.050 | |
6 cuotas de $2.856,25 | Total $17.137,50 |
3 cuotas de $5.393,50 | Total $16.180,50 | |
6 cuotas de $2.902 | Total $17.412 | |
3 cuotas de $6.108,50 | Total $18.325,50 | |
6 cuotas de $3.523 | Total $21.138 | |
9 cuotas de $2.831,50 | Total $25.483,50 | |
12 cuotas de $2.480,63 | Total $29.767,50 |
3 cuotas de $5.976 | Total $17.928 | |
6 cuotas de $3.407 | Total $20.442 |
9 cuotas de $2.616,50 | Total $23.548,50 | |
12 cuotas de $2.263,25 | Total $27.159 |
Olivero se pregunta por el agua, y se luce en eso de preguntarse y no responder o, más bien, de ir encontrando respuestas provisorias ("¿cuántas preguntas se le hacen a la lengua / cuántas se van a poder resistir?"). "¿Y si la pregunta no fuera por el agua?", lanza después, pero sabe que no es posible, que ya está adentro; la orilla es un recuerdo. No, la poeta no está seca. Lee y escribe el agua desde el agua. Y algunas corrientes duelen, como la garganta de una madre que nadie escucha o un cuerpo que nadie busca. Acierta Olivero: están afectadas las ondas. "El poeta es más un surfista que un arquitecto", dice Alicia Genovese. En estas líneas nos encontramos con una poeta que navega y cae; teme y duda; escribe para mojarse y surfea para escribir. Olivero traduce lo que la marea pide: un libro que se piensa a sí mismo, sumergido en su época, un libro que es un solo poema. Vaivén del agua, que tiembla y hace temblar. Para eso, tuvo que despojarse de su lenguaje dorado, teñirse y desteñirse, y el nuevo tono nos sigue deslumbrando. Nos queda celebrar ese barco de papel que dobló de niña y vuelve.