| 1 cuota de $22.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $22.000 |
| 2 cuotas de $13.143,90 | Total $26.287,80 | |
| 3 cuotas de $9.126,33 | Total $27.379 | |
| 6 cuotas de $5.203,36 | Total $31.220,20 | |
| 9 cuotas de $3.869,55 | Total $34.826 | |
| 12 cuotas de $3.256 | Total $39.072 |
| 1 cuota de $22.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $22.000 |
| 3 cuotas de $7.911,20 | Total $23.733,60 | |
| 6 cuotas de $4.256,26 | Total $25.537,60 | |
| 9 cuotas de $3.051,88 | Total $27.467 | |
| 12 cuotas de $2.460,70 | Total $29.528,40 | |
| 18 cuotas de $2.889,33 | Total $52.008 |
| 6 cuotas de $4.994,73 | Total $29.968,40 | |
| 12 cuotas de $3.320,16 | Total $39.842 |
| 1 cuota de $22.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $22.000 |
| 3 cuotas de $7.333,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $22.000 |
| 3 cuotas de $8.130,46 | Total $24.391,40 |
| 3 cuotas de $8.640,13 | Total $25.920,40 | |
| 6 cuotas de $4.876,30 | Total $29.257,80 |
| 6 cuotas de $4.488,36 | Total $26.930,20 |
| 9 cuotas de $3.765,91 | Total $33.893,20 | |
| 12 cuotas de $3.180,10 | Total $38.161,20 |
| 9 cuotas de $4.525,15 | Total $40.726,40 | |
| 12 cuotas de $4.078,98 | Total $48.947,80 |
Si la ley del tiempo es la transformación, aquello que se resiste y permanece inalterable debería ser la prueba de la trascendencia. Los poemas de Maniobra temporal reflejan el misterio de lo que se manifiesta en el aquí y ahora que crea nuestra mente, pero cuya fuente originaria no nos es dado conocer.
«¿Qué es lo que se marchita / sin perder los colores / en este vano mundo / sino la flor que hay dentro / del corazón humano?» se preguntaba Ono no Komachi en uno de sus célebres wakas. Candelaria Penido escribe para iluminar, con luz sutil, esos tesoros que brillan con aura atemporal, tan valiosos que se escinden de las circunstancias y redimen a sus testigos del peso de existir.
Con la calidez de un abrazo, la voz poética se funde con lo que designa y enciende así la chispa que los libera para deshacerse en un viaje hacia una indistinción eterna y salvadora. Irrumpe entonces la danza como metáfora de la transmutación: nuestra vida se vuelve entonces un mero gesto, una modulación de la vitalidad universal. A través de ella, vemos reflejada la pasión que nos anima. Lo sublime y lo trivial, el dolor y la risa conviven en un poemario que procura que el signo no afecte aquello que nombra, apenas traza un sutil contorno que lo realza. Así el amor —ese enigma que no podemos resolver ni en su plenitud ni en su ocaso— resulta una visita dulce y caprichosa que agradecemos recibir. La madurez, la aceptación de la belleza en el duelo. La vida, algo propio que no nos pertenece.
